viernes, 10 de agosto de 2007

una vez

"Ya son las diez de la noche" Me dicen para desocupar el computador. Siento que le redacto a mí, es extraño.

Intentaré cambiar la tinta por el teclado.

Me duele el oído. La causa, un clavado de matute en una alberca. Llegué más hondo de lo que estoy acostumbrado. El efecto, un zumbido relajante que me hace querer dormir.

Estaré en contacto.